La vida es corta, celebrémosla

Prócoro Hernández Oropeza
“La vida es corta, debemos tratar de celebrarla. Entre tus manos sólo posees este momento.” Mata Amritanandamayi Devi -Amma
De pequeño, un año se me hacía una eternidad. No sé si por la edad o por otras circunstancias físicas o astronómicas, hoy el tiempo parece demasiado corto, un mes, dos meses pasan muy rápido, de tal forma que cuando nos damos cuenta ya estamos en los umbrales de invierno o del fin de año. Algunos pensadores de esta rama sostienen que el tiempo se ha reducido, lo que antes duraba un día completo sus 24 horas, ahora la tierra lo recorre en sólo 16 horas, otros incluso sostienen que el día es de menos horas.
Sea lo que sea, el tiempo transcurre y finalmente es nuestra mente, nuestra percepción la que determina qué tan largo es el tiempo o cuán reducido es. Ha pasado ya otra navidad y se acerca el fin de este año y vendrá otro, del cual no sabemos qué nos deparará. Estoy seguro que su calidad o su repercusión en nuestras vidas dependerá de nosotros, de nuestra forma de percibir la vida. Como dice la madre Amma, una gran maestra amorosa de la India, la vida es corta por lo cual sólo debemos celebrarla. Celebrar cada instante, gozarla de momento en momento, no sólo cuando llega navidad, fin de año, el festejo de alguien o nuestro cumpleaños.
Celebrar cada instante sin importar que haga frío o calor, pesares o alegrías. Sólo lo lograremos, sostiene Amma, destruyendo a todos esos diablos que gobiernan nuestra alma; esos que son arrogantes, egoístas y codiciosos; sólo destruyéndolos todo saldrá bien. Pero este combate tendrá que darse, no con armas reales, sino con amor, devoción, amor y sacrificio o servicio. Es una batalla sin derramamiento de sangre; sólo paz y amor.
Pero mientras sigamos enfocando nuestras baterías hacia afuera nada se logrará. Amma nos invita a que observemos cómo está nuestra sociedad. Gastamos mucho dinero viajando a las profundidades del océano y del espacio para estudiarlos, pero nunca para viajar al mundo interior que tenemos al alcance de la mano. A todos les encantan las pantallas grandes de televisión, pero mientras las pantallas se agrandan, los corazones se empequeñecen. Tenemos aspiradoras que recogen la mínima suciedad, sin embargo no estamos preparados para limpiar nuestras mentes; las mentes embellecen o afean nuestras vidas. Intentamos aprender cosas sobre el mundo exterior, pero nunca nada abre el mundo interior.
En nuestro mundo interior se encuentra un tesoro maravilloso, la fuente de la felicidad, de la sabiduría y del amor. Ahí está nuestra verdadera esencia, nuestra razón de ser, nuestra grandiosidad, pero lo ignoramos. Amma, conocida como la Madre Amma por su carácter amoroso, ha impartido millones de abrazos, convirtiéndose en un ejemplo de lo que predica: amar y sólo amar. Claro que antes de convertirse en un lideresa espiritual realizó ese trabajo de sanar su alma y conectar con su divinidad y por tanto ser expresión de esa luz interior.
Amma indica que tratamos de arreglar el mundo exterior, pero nos olvidamos de arreglarnos a nosotros mismos. Somos esclavos del mundo exterior. Llevamos muchas cicatrices físicas y mentales. Cargamos con muchas heridas sin curar. La felicidad total no puede venir del mundo exterior, es como sujetar al cielo o navegar por tierra. La vida es corta, debemos tratar de celebrarla. Entre tus manos sólo posees este momento. Para concluir, recojo una frase de una amiga amada: “El mundo está en manos de aquellos que tienen el coraje de sonar y de correr el riesgo de vivir sus sueños". Feliz navidad.

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