Rebeldía ¿contra quién?

Prócoro Hernández Oropeza

En la década de los sesentas se puso de moda la palabra rebelde o rebeldía, luego de la exhibición de la película estadounidense Rebelde sin causa cinco años antes, 1955. Dirigida por Nicholas Ray y protagonizada por James Dean, Natalie Wood y Sal Mineo en los papeles principales, el filme cuenta la historia de un adolescente rebelde, recién llegado a Los Ángeles. Jimmy Stark (James Dean). Es un chico particularmente difícil: confuso y desorientado, se ve frecuentemente envuelto en peleas y conflictos, a consecuencia de los cuales su familia, en la cual es el hijo único, se ve obligada a un permanente peregrinaje de una ciudad a otra.
Esta película lo convirtió en un ídolo de masas, pero en la cima de su carrera, el 30 de septiembre de 1955, su Porsche Spyder se estrelló contra un Ford conducido por un estudiante. A partir de ese momento, ese introvertido muchacho de Indiana, se trasnformó en uno de los mitos más populares del mundo del celuloide. En las retinas de millones de personas quedó grabada la imagen de ese muchacho rebelde, solitario e inadaptado que transmitió un sentimiento de libertad a las nuevas generaciones. En la década de los sesentas la juventud se rebeló contra el sistema imperante entonces.
El término de rebelde, de acuerdo a los diccionarios, se aplica a la persona que se rebela o subleva contra algo o alguien: una actitud rebelde ante cualquier norma o limitación; un grupo rebelde marcha en dirección a la capital; los rebeldes se refugiaron en las montañas huyendo del ejército. También se le designa a la persona o al animal que es difícil de educar, dirigir o controlar porque no hace caso de lo que se le manda.
Describo estas referencias debido a que un conocido místico, Osho, anteriormente conocido como Bhagwan Shree Rajneesh, pregonó la rebelión como un estandarte de realización espiritual, cuestionando con ello las creencias, convencionalismos, tradiciones y religiones, a cambio de experimentar la verdad por sí mismo.
Afirmaba que un rebelde es alguien que no vive como un robot condicionado por el pasado. La religión, la sociedad, la cultura... Él vive individualmente, no como un engrane en el sistema, sino como una unidad orgánica. Nadie más decide en su vida, sólo su propia inteligencia. La fragancia de su vida es la de la libertad - no sólo vive en libertad sino que además, permite que todos los demás vivan en libertad. Él no permite que nadie interfiera en su vida y tampoco interfiere en la vida de nadie más. Para él la vida es tan sagrada- y la libertad es un valor tan importante- que es capaz de sacrificar todo por ella: la respetabilidad, el estatus, hasta la vida misma.
En síntesis, dice Osho, la libertad es su Dios. Si eres un cristiano no puedes ser un individuo; si eres un hindú no puedes ser un individuo. Un individuo es alguien que vive totalmente de acuerdo a su propia luz y arriesga todo lo demás por el máximo valor de la libertad. De acuerdo a esta concepción, el hombre libre debe olvidarse de las viejas escrituras, de los antiguos maestros, de las viejas religiones: estas son formas de vida que van en contra del individuo.
Osho tiene razón en parte, pero esa rebeldía que ostenta es contra el sistema de gobierno, religiones, filosofías, y está bien eso, pero es incompleta su propuesta. De qué sirve oponerse a todos esos sistemas, si por dentro, interiormente eres esclavo de tus agregados psicológicos o egos o demonios internos.
La rebeldía no está afuera, sino adentro. Rebeldía contra el tirano que esclaviza nuestra mente, nuestra voluntad y emociones. Los grandes maestros como Buda, Jesús, Krishna nos han señalado los mapas para retornar a casa y siguen siendo válidos. Y antes de liberarse dieron grandes batallas internas contra estos demonios y claro cuestionaron también las creencias y dogmas de su tiempo. Pero cada uno tiene que vivir su propio camino, su propio proceso. El rebelde, desde la concepción de Osho ha generado muchas revueltas en el mundo y éste no ha cambiado mucho. Sólo liberándonos del gran tirano, el ego, podremos alcanzar nuestra verdadera libertad, nuestra progresión espiritual. Recordemos que como es adentro e afuera.

Comentarios

Entradas populares de este blog

De mil que me buscan

Los tres alimentos

El arquetipo del gato