El arte de comer II
Prócoro Hernández Oropeza
El acto de comer debe ser consciente, lo dijimos en la
entrega anterior, no mecánico. Entender que lo que llevamos a nuestra boca
puede ser beneficioso o perjudicial para nuestro cuerpo. Recordemos que nuestro
cuerpo es como un templo sagrado donde radica nuestro Dios interno y por lo
mismo debemos estar conscientes acerca de cómo lo alimentamos. Pero el acto de
comer no sólo implica lo que comemos, sino también la forma en que comemos.
En diferentes culturas y religiones, antes de comer se
realiza una oración de gracias, ya sea pidiendo la bendición de los alimentos
por alguna deidad u ofreciéndola a esa misma deidad. En otras se canta una
canción antes de comer o bien se realiza oración y se ofrecen esos alimentos a
las deidades desde que se preparan los alimentos.
Desde el punto de vista yóguico existen tres tipos de
comida: A. alimentos solares que crecen más de un metros sobre el piso. Estos
absorben la máxima energía del sol y menos de la tierra y son alimentos que
elevan la conciencia y tienen un efecto avivante y de ligereza en el cuerpo,
como frutas, nueces, aguacates, dátiles y cocos. B. Alimentos del suelo, crecen
hasta los 75 cm sobre la tierra, tienen más energía de la tierra, menos del sol
y son altos en nutrientes y eficaces limpiadores tales como frijoles, arroz,
trigo y verduras verdes. C. Alimentos de la tierra, crecen por debajo de la
tierra, poseen mucha energía de la tierra e indirectamente del sol. Estos
poseen propiedades sanadoras y proporcionan mucha energía para realizar
trabajos en el mundo físico y trabajos pesados. En este rubro tenemos alimentos
que son raíces como papas, betabeles, ajo, jengibre, cebollas.
De acuerdo a la ayurveda, antiguo sistema de medicina de la
India, la calidad de los alimentos se divide en las tres gunas: sattvica,
esencia pura, calidad etérica que se encuentra en la mayoría de las frutas y
vegetales, especialmente en los alimentos solares y alimentos del suelo. Estos
alimentos ayudan a calmar la mente y a enfocar el intelecto; son puros, sanos y
naturalmente deliciosos. Son alimentos fácilmente digeribles, suministran el
máximo de energía, incrementando la vitalidad, fuerza y resistencia y ayudan a
eliminar la fatiga. Alimentos rajásicos son alimentos que proveen energía para
realizar, lograr o crear, tales como hierbas y especies estimulantes y muchos
alimentos que crecen bajo tierra. Son alimentos que sobre estimulan la mente y
el cuerpo, en exceso pueden causar estrés físico y mental, estimular la
circulación y provocar desordenes nerviosos. Esto es provocado por sobre
calentamiento de los alimentos o por alimentos de comida rápida y en exceso
pueden excitar las pasiones animales o generar hiperactividad. Los alimentos
tamásicos tienen como característica la propiedad regresiva de la inercia y
decadencia, glotonería, mimo y pereza. Producen sentimientos de pesadez y
aletargamiento, entre ellos la carne, pescado, huevos, drogas y alcohol,
alimentos enlatados, fritos o fermentados.
Así que con este conocimiento tú puedes decidir la calidad
de los alimentos que ingieres. Sabes que en cada mordida estás creando tu
futuro. Lo ideal es combinar entre una dieta sattvica con algunos alimentos
rajásicos. Es ideal para quienes desean mantener una mente meditativa, pero
también vivir y trabajar en el mundo como sostenedores del hogar. Si aprendes a
combinar los alimentos conscientemente te darás cuenta cómo unos te calman y te
dan vitalidad al mismo tiempo, otros te sobre estimulan y otros más te dan la
sensación de fatiga o aletargamiento, ahora sabes por qué. Eres lo que comes.
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