El temor y el sufrimiento
Prócoro
Hernández Oropeza
El
miedo es uno de los estados emocionales que más afectan los humanos. Por temor
no hacemos cambios, nos inhibimos y cortamos nuestra relación con la energía
del amor y la abundancia. El miedo, por lo regular, se presenta en situaciones
que tienen relación con el futuro, aunque también se manifiestan en ciertas momentos
que ponen en peligro nuestra sobrevivencia. Un asalto, por ejemplo, genera
miedo, miedo a lo que nos pueda provocar él o los asaltantes. Es un miedo
estimulado por circunstancias ajenas y atentatorias contra nuestra vida o
seguridad.
No
obstante, de mi depende identificarme con ese miedo y hacerlo más grande de lo
que merece. Porque finalmente yo soy quien le otorga poder al miedo al asumir
una reacción así. Esto no tiene que ver con la valentía, sino con la sabiduría
acerca de cómo actuar en momentos de peligro.
Cuenta
un amigo que él y otra persona esperaban el autobús en una calle de San
Francisco, en Estados Unidos. Al poco rato se acercó un grupo de personas de
raza negra. Uno de ellos sacó una navaja y haciendo movimientos con la mano se
fue acercando a los amigos. Su compañero se asustó sobremanera, en cambio el
amigo le pidió tranquilidad. Cuando el sujeto de la navaja se paró frente a
ellos, les pidió le entregarán sus carteras. Mi amigo sonrío y le entregó su
cartera, al tiempo que le dijo: Que Dios te bendiga hermano. Al ver esa
reacción, el agresor les devolvió las carteras y los dejó en paz. Eso es actuar
con sabiduría, no con miedo. Porque cuando se actúa con miedo, esa energía se
proyecta al agresor y éste, además de robarles,
o los golpea o los asesina.
A
este respecto, voy a reproducir un mensaje que una amiga colombiana subió en
internet y nos demuestra como el temor genera lo contrario de lo que deseamos.
Si
temes gastar, regalar cosas buenas, invitar y DAR EN ABUNDANCIA.... porque
crees que mañana no tendrás... eso ATRAERÁS: La carencia.
Si le temes al abandono… y te aferras a los violentos, a los maltratos, a las agresiones,
a los celosos, posesivos… Es posible que te conviertas en UNO DE ELLOS para obligar a que estén contigo y atraerás, además de eso, el desamor.
Si le temes a las dolencias, a los hospitales, a las agujas, a los médicos... atraerás la enfermedad.
Si le temes al abandono… y te aferras a los violentos, a los maltratos, a las agresiones,
a los celosos, posesivos… Es posible que te conviertas en UNO DE ELLOS para obligar a que estén contigo y atraerás, además de eso, el desamor.
Si le temes a las dolencias, a los hospitales, a las agujas, a los médicos... atraerás la enfermedad.
Si le temes a comer
solo, a no estar acompañado, a que se vayan tus hijos, o tu pareja se vaya, te sea infiel... Atraerás
la soledad.
Si le temes a
invertir, a construir sueños, a crear, a ser original, A ser
diferente, innovador… eso atraerás: el fracaso o el anonimato.
Si le temes a los borrachos, a los viciosos, a los mentirosos, a que te lastimen...
eso atraerás: Relaciones llenas de dolor.
Si sabes esto, entonces porqué tienes miedo. El ego del miedo vive de nuestra energía, se alimenta de esas emociones tóxicas y nos genera mucho sufrimiento y enfermedades. Sabes cuántas personas sufren paros cardiacos, parálisis cerebral o diabetes, simplemente por un susto. Comienza a borrar tus miedos y sólo disfruta el presente, aun con los sinsabores que se presenten en tu día. El miedo no te pertenece, no es tu naturaleza.
Si le temes a los borrachos, a los viciosos, a los mentirosos, a que te lastimen...
eso atraerás: Relaciones llenas de dolor.
Si sabes esto, entonces porqué tienes miedo. El ego del miedo vive de nuestra energía, se alimenta de esas emociones tóxicas y nos genera mucho sufrimiento y enfermedades. Sabes cuántas personas sufren paros cardiacos, parálisis cerebral o diabetes, simplemente por un susto. Comienza a borrar tus miedos y sólo disfruta el presente, aun con los sinsabores que se presenten en tu día. El miedo no te pertenece, no es tu naturaleza.
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